Halloween siniestro para los gatos negros
31 de octubre, víspera de difuntos. Esta noche se viene celebrando, con alguna variación, desde tiempos celtas. De estos pasó a los romanos, de estos a los cristianos y de los cristianos a los que venimos después. De paganos a cristianos y de estos a paganos otra vez. Hoy en día, en este mundo global, Halloween también lo es. Y las protectoras de animales toman precauciones.
¡¡¿¿ein??!!
Pues sí. Y también aquí, en nuestro país. Porque junto con lo bueno de las tradiciones, también se hereda lo malo, y la realidad es que el vandalismo y la crueldad con los animales (especialmente si son negros, especialmente si además son gatos) aumentan durante la noche del 31 de octubre, mientras los difuntos duermen tranquilos ajenos a toda esa barbarie.
¡Ni siquiera los celtas hacían esas cosas, por favor!
El curioso aumento del número de adopciones de gatos negros en fechas previas al 31 de octubre pone en alerta a las sociedades de animales, por el temor a que el destino de esas opciones no sea sino un terrible abuso. Allanamientos de refugios, protectoras y hogares particulares en busca de mascotas a las que someter a oscuros rituales y sacrificios bajo la luz de la luna del 31.
Cruentos ejercicios de maldad hacia los animales. O hacia cualquier otro ser indefenso, y de color, como haría el ku klux klan, también durante las noches de difuntos.
Lo dejo, que me caliento.
glurps! parezco Friker!
Cruentos ejercicios de maldad hacia los animales. O hacia cualquier otro ser indefenso, y de color, como haría el ku klux klan, también durante las noches de difuntos.
Lo dejo, que me caliento.
Gatos negros. Bellos por fuera y por dentro. Efectivamente son siniestros, como podéis ver en las fotos (ambas de Moro, 2006), pero también son inocentes y no tienen la culpa de vuestras cruentas gilipolleces. Si queréis ser gilipollas, si queréis ser crueles, sedlo con vosotros mismos. Dejad tranquilos a los inocentes, dejad tranquilos a los animales, que lo son menos que vosotros.
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